miércoles, 19 de enero de 2011

El hombre ciber-renacentista

Durante el renacimiento se valoraba mucho a la persona que dominaba diversas artes y ciencias. Así, era muy habitual encontrar gente versada en filosofía, astronomía, matemáticas, y al mismo tiempo en pintura o escultura. El hombre renacentista era un ser completo que dominaba multiples facetas del pensamiento humano. Un claro ejemplo de ello fue Leonardo Da Vinci que demostró grandes conocimientos, en pintura, pero también en mecánica, en astronomía y otras artes y ciencias. La base para adquirir estos conocimientos se encontraba en las Universidades y en los talleres de los grandes maestros.

Actualmente, se ha recuperado esta visión del hombre, y de nuevo volvemos a encontrar gente versada en distintas disciplinas del pensamiento humano, con la diferencia que actualmente, Internet y en especial la Web, ofrecen una forma potente y fácil de compartir conocimientos o adquirir otros nuevos desde casa, la oficina o un dispositivo móvil.

Algunas películas y series de televisión nos muestran a gente versada en distintas materias. Capaces de entender un informe médico al mismo tiempo que saben manejar un ordenador y desarrollar algoritmos informáticos para resolver incógnitas, mientras en su vida personal entienden de literatura, historia, escultura o arquitectura. Y es que Internet nos ha traído una especie de Ciber-Renacentismo en el que hay mucha gente que disfruta y goza dominando diversas áreas del conocimiento y lo hace usando Internet como canal de esa experiencia.

Pero como en todo, en Internet tenemos que huir de la perversión del saber, ya que nos encontraremos multitud de sitios que afirman y suscriben información y conocimientos que no han sido contrastados o que se basan en hipótesis y teorías minoritarias o erróneas, por lo que un buen ciber-renacentista tiene que ser exigente con los conocimientos que busca y las fuentes de las que los obtiene para evitar caer en el error de dar por buena cualquier cosa que esté publicada en la Red.

Porque la Web es como la Biblioteca de Alejandría, llena de wikis y blogs serios que serían como la Enciclopedia Larousse, los Diálogos de Platón, la cartografía de Américo Vespuccio o las Mil y Una Noches, pero aquí también valen los comics, cotilleos, mentiras y panaceas por el mismo precio.

Seamos críticos con la Web

jueves, 23 de diciembre de 2010

Tres Reyes Magos vs Papa Nöel

La imaginación al poder. ¿Alquién podría pensar que en las redes sociales no se habla de Papa Nöel o los Reyes Magos?

Resulta interesante la campaña que está realizando esta semana la empresa NCA & Asociados a través de su herramienta de medición SoMeS. Si accedéis al siguiente enlace:


http://www.somes.es/promo/tres-reyes-magos-vs-papa-noel

Descubriréis que estos días se habla y mucho de estos personajes en las redes sociales. En esta página, SoMeS toma el pulso en tiempo real a redes sociales, blogs, buscadores y tabloides para obtener al vuelo, el índice SoMeS que valora de 0 a 10, la presencia de la marca, cuanto se habla de ella, y el impacto que esto tiene en los motores de búsqueda. Además nos ofrece enlaces a los buscadores y redes sociales más importantes medidos para que veamos qué hay en cada uno de ellos.

Esperamos en un futuro nos sorprendan con nuevos comparativos.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

De cómo los errores aumentan la audiencia

Hace unos cuantos años, tuve la suerte de pertenecer a una sociedad cultural en mi tierra natal. En ocasiones, hacíamos jornadas culturales que financiábamos con la venta de publicidad local y de la que era yo uno de los responsables de organizar las campañas de venta de esa publicidad, visitando empresas y comercios de la zona que nos patrocinaran. En una ocasión, entré a un kiosco a vender un anuncio para unos folletos y tras charlar un rato con el dueño sobre lo que su colaboración nos podía aportar, empezamos a hablar sobre cómo tenía que ser el diseño de su publicidad. Él me miró, sacó una tarjeta de visita de su negocio, y me dijo: "esto es lo que quiero, pero tienes que ponerlo bocabajo en los folletos". Me quedé sorprendido y le rebatí que de esa forma la gente no captaría el mensaje y pasaría desapercibido, pero entonces él me contestó: "hazlo y verás el resultado, pero sólo puedes poner la mía, si pones más perderá efecto". Aquellas palabras de un hombre que no había cumplido aún los 40 y que además era dueño de un modesto kiosco en un barrio obrero desde hacía algunos años, me dio una lección de publicidad que no olvidaré nunca. Durante bastante tiempo, todo el mundo recordó aquel anuncio "bocabajo" en los folletos y hasta aumentó la clientela que iba a su kiosco.

El pasado verano, muchos recordaréis el lanzamiento de la tienda online de Zara, con su famoso error del que se habló largo y tendido en medios online y offline durante varios días. Esto generó curiosidad y, aunque no podemos contrastar la audiencia porque era una web nueva, estoy seguro de que llevó mucho más tráfico a la web que si hubiera sido un lanzamiento normal y corriente y por tanto un impacto directo sobre las ventas con una inversión nula en publicidad, ya que el propio eco del error y su propagación viral hizo el resto.

Hace poco más de dos meses, sentí la curiosidad de ver si ciertamente una gestión adecuada de los errores podría generar un aumento de la audiencia y me propuse probar. Era 29 de septiembre y faltaba 1 día para lanzar la nueva versión de una importante web española de su sector. Intencionadamente, decidimos dejar algunos errores de incompatibilidad entre CCS2 y CSS3 que hacían que las páginas se vieran algo distorsionadas en Internet Explorer pero correctamente en Geckos y WebKits... Además, algunas funcionalidades menores también se quedaron incompletas por lo que provocaban a que el usuario (en especial el registrado) tuviera que ponerse en contacto con nosotros para avisar de la incidencia. También decidimos reducir a la mitad el presupuesto de inversión en SEM y no hacer ningún comunicado en prensa. Sólo hicimos un e-mailing a nuestros usuarios registrados.

¿Qué pensáis que ocurrió?

El día 1 de octubre lanzamos la nueva versión de la web. Pusimos en marcha una plataforma de respuesta a través de un community manager que estuvo durante casi dos semanas atendiendo intensamente el correo electrónico y la página de fans en Facebook. Durante esas dos semanas recibimos más de 500 e-mails y se colgaron cientos de posts de los usuarios en la página de fans.
Nuestro community manager respondió y lidió todos los comentarios respecto a los errores que teníamos en la web e incluso contuvo a algún que otro usuario impaciente que decía que se iba a dar de baja.

Y los usuarios tomaron el control...

Sorprendentemente, el lanzamiento de la nueva versión fue un éxito. Tras 3 días de duros comentarios, los usuarios empezaron a enviarnos felicitaciones por el cambio que habíamos hecho, y especialmente por lo rápido que solucionamos en los primeros días los errores que habíamos sembrado intencionadamente. Conseguimos un aumento del 30% de audiencia, una entrada sostenida de nuevos usuarios registrados de más de 25 usuarios/día cuando antes apenas llegaba a 8 o 10, una subida importante en el índice Alexa en todos sus valores positivos y un descenso en el rebote de la web. Además de ello, un 10% de los usuarios pasó de usar Internet Explorer a usar Firefox o Safari y retiramos la inversión en SEM debido a la adaptación que habíamos hecho de los contenidos para SEO y a la cantidad de post que se generaron en Facebook durante esos días.

Pero lo más importante, es que conseguimos unir más aún, a través de la página de fans de Facebook, a una comunidad de más de 5.000 usuarios que hasta entonces sólo habían hablado entre ellos por e-mail, fomentando el diálogo, la participación y la socialización. Actualmente, se han introducido nuevas herramientas que están transformando la web, gracias a ese fenómeno de socialización y son los usuarios los que van sugiriendo los nuevos cambios que la web necesita porque ahora sienten que la web es más suya que antes.